La semana pasada leí un artículo
en el que un profesor colgó un examen de uno de sus alumnos en Facebook y la
publicación se hizo viral. El alumno le escribió una fábula al profesor y le
pidió perdón por no haber estudiado para el examen. Os dejamos el enlace aquí.
Ya sabemos que habéis terminado los exámenes, pero como no queremos que a nadie
le vuelva a pasar esto en junio, vamos a daros algunas breves pautas para
ahorraros el drama. Si estás opositando, estas ideas también pueden venirte
bien.
EMPEZAMOS
Vamos a tener en cuenta dos
ideas: técnicas de estudio y planificación del tiempo.
Es importante que tengas tu propio método de estudio. Cuando
estudiamos en grupo muchas veces nos dejamos llevar por nuestros compañeros y
terminamos estudiando esquemas de resúmenes del primo del vecino de mi
compañero que sacó muy buena nota en ese examen. Claro. Lo más probable es que
el primo del vecino de tu compañero se hubiera leído el texto completo y eso le
facilitaría mucho la comprensión y memorización de los contenidos. Así que te
animamos a que elabores tu propio material.
Para ello te sugerimos algunos pasos:
- Lectura comprensiva.
- Subrayado.
- Resúmenes.
- Esquemas.
Ya sé lo que estás pensando. Que
eso es mucho trabajo. Que a ti con leértelo el día de antes te basta y te
sobra. En realidad, es sólo mucho trabajo al principio. Una vez crees el hábito
estarás ahorrando tiempo porque tus conocimientos estarán mucho más asentados y
sólo tendrás que refrescarlos.
Y recuerda, si no sabes
explicarlo con tus propias palabras, es que no tienes ni idea.
Una vez elaborado nuestro
material, la mejor manera de reducir el estrés y los agobios en época de
exámenes es una buena planificación. Para evitar el “atracón” de información,
los excesos de cafeína y las noches sin dormir lo mejor es que cojas tu agenda
y te organices teniendo en cuenta el tiempo real disponible que tienes. “Yo eso
me lo estudio en una hora”. ¿Estás seguro? La mayoría de veces que fallamos en
los exámenes no es por una falta de capacidad sino de organización. “Como no me
da tiempo a mirármelo todo me estudio lo que creo que va a entrar”. Y aquí
empieza la quiniela. Organizarnos puede ser una tarea sencilla si sabemos bien
cómo:
- Establecer objetivos: tiempo que necesito para estudiar vs tiempo del que dispongo. Daos un tiempo razonable para cada objetivo que os pongáis, ni muy poco tiempo ni mucho, e intentad cumplid vuestros objetivos y horarios.
- Pausas: no vamos a ser nosotras las que digamos cómo y cuánto debéis parar. Lo importante es descansar sin perder el ritmo de estudio. Hay quien prefiere descansar antes de empezar o después o hacer parones cada X tiempo. Respetad vuestro biorritmo.
Y no lo
olvidéis: ¡vosotros podéis!
Si os resulta útil iremos
ampliando esta información en próximas entradas. Estad atentos.
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