lunes, 5 de junio de 2017

Niños en situaciones complicadas


¿Cómo tratar situaciones traumáticas en niños?

Por lo general, cuando en nuestro día a día están presentes niños, las situaciones comunes las tenemos más o menos controladas, y sabemos cómo actuar. ¿Por qué pasa cuando tienen lugar situaciones de riesgo para un niño? Con situaciones de riesgo me refiero a aquellas que pueden alterar su salud (física, mental y social), y que son potencialmente traumáticas para ellos.

¿Qué se recomienda hacer en estas situaciones?

La respuesta la recibimos del colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, desde donde recomiendan:

 
1.       Siempre decir la verdad. No mentir a los niños, aunque pensemos que así les protegemos no suele ser así.

2.       Adecuar la información o forma de darla a la edad que tenga el niño, no es lo mismo un niño de 3 años que uno de 8.

3.       Tantear cuanta información es la que el niño quiere saber.

4.       Estar disponibles ante sus posibles preguntas o dudas.

5.       Con naturalidad, validando que se pueda sentir triste o que sienta miedo, diciéndole que es normal que se sienta así ante esa situación. Para esto puede ayudar que vean que nosotros también tenemos ese tipo de sentimientos.

6.       Ir comunicándolo de forma progresiva, es decir empezar por lo más general e ir concretando hasta donde veamos que el niño quiere escuchar.

7.       Mostrarle apoyo emocional, para que vea que estás con él, una abrazo, una caricia en el hombro…

8.       La persona idónea para hablar con el niño es aquella más cercana al niño o con aquella que el niño se sienta más seguro.

9.       Es importante seguir manteniendo las rutinas, para que vea que la vida sigue a pesar de que haya tenido lugar una situación que puede llegar a ser traumática.

10.   Puede que el niño no responda en un primer momento, esto puede ser porque necesite tiempo para asumir lo que ha ocurrido.

Hacer todo esto cuando nosotros también estamos pasando por un mal momento es complicado, y a veces pensamos que cuanto antes nos “olvidemos” de lo que nos ha pasado, menos traumático será, y realmente no es así, porque todo eso se nos queda dentro y acabará saliendo en forma de irritabilidad, insomnio, o algún tipo de dolor o malestar físico.

Muchas veces ayuda más el pensar que nos hubiera gustado que nos dijeran si nosotros fuéramos el niño (empatía), en lugar de centrarnos en protegerle y en que “solo es un niño”. Muchas veces los niños son un misterio para nosotros los adultos, un bonito misterio.

¡Que paséis buen lunes! ¡Bienvenido junio!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario