Hasta el año 1990 la OMS consideró la homosexualidad como un trastorno
mental. Hoy en día, dicha organización, categoriza la transexualidad como
trastorno mental.
La diversidad sexual ha sido perseguida y castigada, desde la religión, la
política y la medicina. En muchos países se ha castigado la homosexualidad con
penas de cárcel, e incluso, con penas de muerte. En la actualidad Emiratos
Árabes, Mauritania, Arabia Saudí, Sudán, Pakistán, Irak, Siria, Nigeria, Somalia,
Afganistán, Catar, Rusia o Letonia, son algunos de los países que siguen manteniendo
estas prácticas. Curanderos y religiosos han creado terapias para “curar la
homosexualidad”, incluso recientemente en Chechenia han creado un campo de concentración
para homosexuales. La terapia de conversión sexual se utilizaba para convertir
a las personas homosexuales y bisexuales en heterosexuales. Incluía prácticas
como las terapias hormonales, lobotomía, castración, estimulantes
farmacológicos, hipnosis, psicoanálisis, terapia de aversión y terapia de
electrochoque. La APA (Asociación Estadounidense de Psicología) concluyó que no
existen datos científicos que corroboren que estas terapias sean efectiva para
la reorientación sexual. Además, condenan las terapias que intentar cambiar la orientación
del paciente.
Es verdad que muchas prácticas que condenan la diversidad sexual siguen hoy
vigentes. Pero es bueno que miremos hacia delante. Hoy podemos encontrar 22
países, entre ellos España, que reconocen y permiten el matrimonio entre
personas del mismo sexo. Esto no significa que estén libres de ser juzgados. El
odio lleva mucho tiempo ganando. Sus aliados son poderosos. El miedo, el
rechazo y la incomprensión alimentan al odio. Al final, solo son personas que
aman a otras personas, ¿qué tiene eso de malo? Por eso nos toca posicionarnos, en
el bando que debe ganar. Yo estoy orgullosa de Madrid y de sus gentes que
acogen con los brazos abiertos a los que un día fueron apaleados.
El día del Orgullo LGTBI se celebra porque en ningún lugar del mundo han
encarcelado, castigado a latigazos, lapidado, sometido a terapias más que
cuestionables, o encerrado en un campo de concentración, a un heterosexual por
besar a su pareja, por ir de la mano de su pareja o por querer contraer matrimonio
con su pareja. Y por esto se celebra el Día del Orgullo.
Os dejo el manifiesto de este año. Disfrutad de las fiestas y los eventos.