Cada vez son más las personas que deciden poner un animal doméstico en sus vidas. Si tú eres una de esas personas es probable que tu móvil esté lleno de fotos de tu animalito, que vayas hasta arriba de pelos a todas partes, que en tu coche haya juguetitos de perro, o que alguna vez te hayas comido alguna galleta por error o por probar a qué saben. Lo cierto es, a pesar de que muchas personas piensen que “solo te quieren porque les das comida” existen numerosos estudios alrededor de esta cuestión. Y podemos decir con seguridad es que los animales de compañía generan un bienestar en la vida de aquellos que los rodean.
¿Qué beneficios aporta un animal de compañía?
Se ha aceptado la inclusión de animales como elementos terapéuticos. La Terapia Asistida con Animales hace referencia a “los
métodos que incluyen a los animales en la prevención y el tratamiento de las
patologías humanas, tanto físicas como psíquicas” (Vallejo, 2006). También se
define como “la introducción de un animal dentro del entorno inmediato de un
individuo o grupo, o como un intermediario de interacción con un propósito
terapéutico” (Velde, Cripriani y Fisher, 2005). La terapia asistida con animales
incluye equinoterapia, la delfinoterapia y la terapia promovida por perros de
servicio, de asistencia y de guía. Se han utilizado con éxito programas para: pacientes
con SIDA, enfermedad de Alzheimer, enfermedades coronarias, autismo y otros
trastornos psicológicos; además de incluirse en centros para la tercera edad,
prisiones y hospitales.
Tener mascota constituye es un
factor protector para las enfermedades cardiovasculares ya que puede modificar
varios factores de riesgo: disminuyendo la presión arterial, reduciendo la
frecuencia cardíaca, la ansiedad y el estrés por soledad además de liberar endorfinas
al acariciar a las mascotas
Los dueños de perros tienen una
mayor actividad física en comparación con aquellos que no los tienen, y como
consecuencia tienen en general una mejor salud.
Estudios recientes han concluido que
tener un perro o gato como mascota durante los primeros años de vida es un
factor protector contra enfermedades alérgicas como asma, atopia o rinitis.
Las mascotas ayudan a disminuir
las alteraciones psicológicas. Reducen la sensación de soledad e incrementan el
sentimiento de intimidad, ayudando así a incrementar el autocuidado en el caso
de personas enfermas. Además, en estados de depresión, estrés, duelo y
aislamiento social, las mascotas se convierten en un acompañamiento
incondicional, aumentando la autoestima y el sentido de responsabilidad. Y Promueve
la interacción entre personas desconocidas.
En definitiva, los acerca a
nuestra mejor versión.
Y para finalizar os dejamos este
precioso texto que resume todo lo que os acabamos de contar:
Sólo un perro
De vez en cuando la gente me
dice “relájate, es sólo un perro” o “es un montón de dinero sólo por un perro”.
Ellos no comprenden la distancia recorrida, el tiempo invertido o los costos
incurridos por “sólo un perro”. Algunos de mis momentos de mayor orgullo han
ocurrido con “sólo un perro”. Muchas horas han pasado siendo mi única compañía
“sólo un perro”, pero ni por un sólo instante me sentí despreciado. Algunos de
mis momentos más tristes han sido por “sólo un perro”, y en esos días grises,
el suave toque de “sólo un perro” me dio el confort y la razón para superar el
día.
Si tú también piensas “es sólo
un perro”, entonces probablemente entenderás frases como “sólo un amigo”, “sólo
un amanecer” o “sólo una promesa”. “Sólo un perro” trae a mi vida la esencia
misma de la amistad, la confianza y la alegría pura y desenfrenada. “Sólo un
perro” saca a relucir la compasión y paciencia que hacen de mí una mejor
persona.
Por “sólo un perro” me
levantaré temprano, haré largas caminatas y miraré con ansias el futuro. Así que
para mí y para gente como yo, no es “sólo un perro”, sino una encarnación de
todas las esperanzas y los sueños del futuro, los recuerdos del pasado, y la
absoluta alegría del momento. “Sólo un perro” saca lo bueno en mí y desvía mis
pensamientos lejos de mí mismo y de las preocupaciones diarias.
Espero que algún día puedan
entender que no es “sólo un perro”, sino aquello que me da humanidad y evita que
yo sea “sólo un humano”. Así que la próxima vez que escuches la frase “sólo un
perro”, simplemente sonríe porque ellos “simplemente no comprenden”.
Richard A. Biby
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